Roberto: “La sociedad muchas veces siente que no es escuchada (…)”

A los 69 años, Carlos Roberto, tiene una reconocida trayectoria tanto en el campo social, como en política. Dirigente del Partido Socialista a nivel nacional, Roberto además fue funcionario municipal en Vicente López, pero también es concejal mandato cumplido en tres períodos en el mismo distrito. Varias entidades civiles de la comuna lo proponen como candidato a Defensor del Pueblo de Vicente López.

Vicente López es pionero en materia de Defensoría del Pueblo. Y Carlos Roberto es uno de los que promocionó su creación. Además, como concejal aportó proyectos para mejorar y fortalecer la institución. Roberto es uno de los tres candidatos a la defensoría. El Deliberativo debe tratar este año la elección de una o un defensor. 

En esta entrevista Roberto relata cómo fue que llegó a ser candidato; enumera algunos temas que debería abordar un defensor en la nueva etapa que se avecina, dado que la actual defensora no puede volver a ser reelecta; y explica que este es un año ideal para elegir nuevo defensor, pues en año electoral será mucho más difícil.   

-¿Con su vasta experiencia social y política qué lo motivó a aceptar el convite de las entidades para postularse a la Defensoría?

-Esto surgió el año pasado (2021). Una iniciativa que vino de vecinos, agrupaciones vecinales. Sabíamos que en 2019 terminó el mandato de la actual Defensora (María Celeste Vouilloud) y tenía que haber un nuevo llamado. Bueno, yo conozco desde el inicio la Defensoría porque ayudé a que se aprobara; y después como concejal siempre me ha tocado defender la institución; darle más protagonismo; más presupuesto. Conozco muy bien la normativa; y para mi es la mejor ordenanza de la provincia de Buenos Aires; porque determina que sean las entidades de la comunidad las que proponen a los candidatos; y no los concejales o el intendente. Bueno, en base a eso, me propusieron.

-Usted suele ser un hombre de consulta, del periodismo, de concejales, de las y los vecinos…

-Bueno, en vez de llevarme todo eso a mi casa, quiero volcarlo a la comunidad. Y por eso acepté la postulación. El año pasado (2021) hubo una votación donde el Concejo no aprobó mi candidatura…

-¿Le juegan a favor o en contra la experiencia y el reconocimiento social cuando debe aprobarlo o rechazarlo el Concejo?

-La verdad, con las conversaciones que he mantenido, tanto el año pasado como este, con los concejales, a los que conozco en gran mayoría, siempre me han transmitido reconocimiento a la trayectoria, la coherencia en la gestión, la previsibilidad de mis posiciones, la claridad al explicar por qué votaba de una manera y no de otra. La propia actual presidenta del concejo; los jefes de bloque, concejales. Entonces, bueno, por supuesto hay una cuestión política; pero incluso quienes pueden no tener posiciones afines conmigo, reconocen ese bagaje y eso me lo han transmitido más allá de la pertenencia política. Tanto de Juntos (oficialismo), como del Frente de Todos, y de Avanza Libertad que recién los conozco.

-No tendría sentido un Defensor del pueblo oficialista…

-En Vicente López nunca el defensor ha pertenecido a la misma fuerza política que gobierna. Esto es un punto positivo. Y además esto debería ser tenido en cuenta cuando sea elegido el defensor. Alguien que conozca el municipio, tenga experiencia, y por otro lado tenga autonomía; porque la propia ordenanza (de creación) es la que establece esa autonomía (…) En mi caso participo en política hace 50 años en Vicente López. Pero (la postulación) no lo hago con un fin electoral. Yo voy a renunciar a la filiación partidaria. Es lo que corresponde. La ordenanza de creación, dice además, que cumplidos los cinco años, el defensor no puede ejercer por tres años más ningún cargo público municipal. Algunos lo han cuestionado; pero yo creo que es una buena medida para que la Defensoría no se transforme en una plataforma de lanzamiento de un candidato a intendente o a otra categoría; esto no es bueno. El defensor y los cargos electivos son cosas diferentes que no hay que mezclar; porque si no vale todo, y para mí no vale todo, hay que respetar los procedimientos.

-¿Hacia dónde debería apuntar una nueva gestión de la defensoría?

-La defensoría tiene 23 años de trayectoria. Instituciones como el centro de mediación comunitaria, que son muy valorables. Fue iniciativa del primer defensor (Carlos Constenla). Yo creo que la defensoría debe jugar un rol entre los reclamos de los vecinos y los funcionarios municipales, centralizada en lo municipal, para ayudar a resolver los conflictos. Tengo muy claro cuáles son los límites; que cosas puede hacer, y que no puede hacer la defensoría. Es un rol diferente al de los concejales. El defensor del pueblo debe aceptar las ordenanzas vigentes y hacerlas cumplir. Y colaborar en cuestiones que por ahí no son municipales, que son provinciales o nacionales, pero afectan la jurisdicción…

-Cómo han cambiado los municipios ¿No?

-Cuando uno piensa en la ordenanza de creación del año 97; hoy los municipios tiene unos roles que en el 97 no tenían. Me refiero a seguridad, educación, la salud. Además, hay mecanismos pendientes que son los de participación ciudadana, no hay audiencias públicas, acceso a la información, que en su momento Constenla las impulsó con una presentación, porque el defensor puede presentar iniciativas en el Concejo Deliberante. Las cuestiones de patrimonio histórico, donde hay mucho por hacer también.

-¿Cómo funciona la opinión fundada del defensor/a al no ser  vinculante?

-Hay como dos etapas. Ante el reclamo del vecino, lo que hace el defensor es pedir la información oficial. Al vecino le cuesta más llegar a esa información. Se pide a la secretaria que corresponda por un procedimiento. Y después, si el tema amerita a que el defensor dé su opinión, esto después de que el funcionario explica porque actuó de determinada manera, la da; y es escuchada por la sociedad, por los vecinos y dependerá de los funcionarios ver si escuchan o no. Y además puede avanzar en otras instancias. Por ejemplo, hay una relación muy directa entre la Defensoría de Vicente López y la Defensoría de la provincia, porque hay cosas que dependen más de la provincia que del municipio; bueno, nunca se llegó desde los inicios de la defensoría a iniciar una acción judicial, no necesitó. La idea es resolver el problema; no profundizar un conflicto sino tratar de resolverlo. 

-En la pandemia aparecieron muchos conflictos entre vecinos ¿Puede seguir resolviendo ese tipo de cuestiones la Defensoría?

-Eso a través del centro de mediación se resuelve. Si dos vecinos tienen conflictos con la medianera, el municipio es muy poco lo que puede hacer, porque son disputas privadas. Por supuesto es voluntaria para los vecinos, no es obligatoria. Yo conozco muchos casos donde la mediación comunitaria ha ayudado a encontrar un punto intermedio para la resolución del conflicto. Es valorable. Y el centro de mediación tiene casi veinte años ya de funcionamiento.

-La actual defensora dijo en una entrevista que un tema pendiente es la presencia de la defensoría en todos los barrios con mayor regularidad ¿Usted coincide?

-Hoy a la defensoría muchos vecinos llegan a través de las redes sociales. Cuando se creó no existía ese mecanismo. El doctor Constenla a veces atendía en las delegaciones municipales. Como la sede está en Olivos, es más fácil para los vecinos de Olivos, La Lucila o Vicente López asistir, que para los de Carapachay o Villa Adelina. Yo creo que ese es uno de los temas para trabajar. En su momento nosotros como, Biblioteca Delom, de la cual soy secretario hace muchos años, firmamos un convenio con la Defensoría y teníamos acá una persona que recibía quejas de vecinos y las trasladábamos a la defensoría. Ese podría ser un mecanismo, convenios con entidades intermedias. Hay muchos mecanismos presenciales y virtuales. Y para que los vecinos conozcan que hay una Defensoría, que muchos lo desconocen.

-¿Considera que la sociedad está más propensa a los conflictos y menos condescendiente que años atrás?   

-La sociedad muchas veces siente que no es escuchada. Que sus reclamos no son escuchados. Y entonces sufre cansancio de la impotencia. Dice: “yo tengo un problema y nadie me escucha. Nadie lo resuelve”. Esto genera mucha tensión. Y surgen los conflictos entre vecinos porque cada uno hace lo que quiere ¿No? Desde la política se deben resolver los problemas, para que esa tensión se institucionalice. En el sentido de que si hay un reclamo o una queja, bueno, hay que institucionalizar ese reclamo para encontrar la solución. Esto es uno de los temas que pasa en la sociedad; lo otro es la crisis económica, la crisis social; pasa en la atención de la salud, que para  un turno pasa mucho tiempo y la gente se pone muy nerviosa. Se angustia. En el campo político por ahí se hablan otras cosas que no son las que les importa a la gente. La defensoría debería hacer algo que por ahí no hace tanto: más actuaciones de oficio. Pues actúa por denuncias y a veces hasta que el conflicto llega a la Defensoría pasa mucho tiempo. En algunas oportunidades lo ha hecho. Esto también está previsto en la ordenanza, no hay nada que inventar.

-¿Qué le dice su experiencia política: se elegirá este año al Defensor?

-La ordenanza de Vicente López establece un procedimiento de elección del Defensor a través del Concejo Deliberante. Y en el caso de que no se elija ninguno porque no se llega a la mayoría necesaria, 16 votos positivos (2/3 de los miembros del Concejo, que son 24), sigue el mismo. Este es un punto positivo para que no pase como otras defensorías que quedan vacantes. Pasa con la Defensoría del Pueblo de Nación que hace 9 años que está vacante. Yo creo que el Concejo debería cumplir con su rol y elegir un Defensor del pueblo. Hay tres candidatos conmigo. Que elijan a alguno de los tres. Ya es el quinto llamado que se hace desde 2019 a la fecha. El Concejo tiene que tomar una decisión. Es lo que la institución necesita para cerrar un etapa e iniciar otra. Yo tengo una excelente opinión de la defensora, una buena relación personal. Pero el Concejo Deliberante tiene que nombrar un defensor por cinco años. Este no es un año electoral.. Es el año ideal para elegir Defensor del Pueblo. Si se volviera a postergar, a 2023, la campaña electoral va a ser muy difícil.