Les militantes del Centro Cultural
“Negrito Avellaneda”, en un contexto de crisis económica y social producto de
la pandemia del COVID-19, decidieron organizar una olla popular en el barrio de
Munro en el Municipio de Vicente López.
A comienzos de junio, luego llevar a
cabo los preparativos correspondientes para garantizar el correcto
funcionamiento del proyecto, teniendo en cuenta las medidas de distanciamiento
social y la difusión de la información en las cercanías del barrio, empezaron a
trabajar compartiendo raciones de comida los días sábados al mediodía a les
vecines que se acercaban al local. Allí se compartieron en primera instancia
unas 15 raciones, que al día de la fecha ya son 200.
Hace ya más de un mes se sumó la participación
de la juventud del Centro Cultural
Negrito Avellaneda, quienes inauguraron sobre los miércoles un merendero
donde comparten una chocolatada caliente o un plato de avena con les que
asisten. Además se reparte ropa de abrigo a quienes lo necesitan. Tanto la olla
de los sábados y el merendero y ropero solidario de los miércoles, son posibles
gracias a las constantes donaciones de trabajadores y jubilades del barrio,
quienes comprenden mejor que nadie la situación que estamos atravesando y
apelan a la solidaridad para salir adelante de esta situación.
El centro cultural está realizando, hace
varias fechas, un relevo de datos de les asistentes y su situación
socio-económica, cuyos resultados son ampliamente negativos. El análisis de ese
relevamiento condujo a la siguiente conclusión: existe un sector de la
población sumamente vulnerable, el cual se encuentra carente de asistencia
debido a su falta de acceso a los mecanismos de ayuda estatal; y una gran
cantidad de personas se encuentran por primera vez buscando asistencia como
consecuencia de la situación coyuntural. Luego de tomar conocimiento de la
situación socio-económica de les asistentes desde el Centro Cultural Negrito
Avellaneda comenzaron, paralelamente, junto con las ollas y las meriendas, a
ayudar a quienes necesitaran a terminar sus trámites con dos computadoras que
fueron instaladas en dicho Centro Cultural.











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