Las últimas informaciones ya no dejan dudas. La cuarentena evitó que el covid-19 se disparara en un principio, pero el tiempo, los mensajes de los medios y de los políticos opositores están dando resultados; aquel gesto de celebración de un joven periodista en televisión por el aumento de casos, por ejemplo, demuestra que esa militancia está dando frutos. Claro, son frutos que resultan en más contagios y muertes.

Las declaraciones periodísticas del veterano médico terapista Arnaldo Dubin este domingo, son terminantes. Cuando le preguntaron cómo ve las aperturas que se están dando, en la ciudad de Buenos Aires este fin de semana, que mostraban a la gente sentada en mesas de bares, muy cerca unos de otros, con y sin barbijos, saboreando sus cervezas y saludando despreocupadamente, fue terminante: “veo muertos”. El “5% de los contagios va a terapia y a respirador” y “menos de la mitad sobreviven”… Y agregó luego que los médicos están diezmados (y los enfermeros, kinesiólogos, etc.) “estamos al límite”, dijo, “y hay muchos compañeros muertos (28.000 infectados 98 muertos), allí es cuando se comenten errores y gana el cansancio…

En fin, no hay vacunas y nos las habrá por un tiempo largo, la única solución es tratar de no contagiarse y evitar la saturación para que no haya tantos muertos. No es sólo en nuestro país, es en el mundo que se extiende una epidemia que sólo puede tratar de controlarse, y los anti cuarentena, negadores de su gravedad o desinformados, generan un peligro mayor, para ellos y para los que los rodean.


Sólo hay un camino, cuidarse para cuidar a todos, evitar la circulación del virus.

No es tiempo de especulaciones políticas, todos vamos a salir perjudicados y disminuidos después de esto. Solo queda minimizar daños y dejar las diferencias para otras épocas menos peligrosas.

Cuidarnos a nosotros y cuidar a los demás es la única posibilidad para estos días.