Gaffuri: “Siempre se habla de la guerra de Malvinas, pero no del motivo“
Alberto Gaffuri vio la humareda a lo lejos y se dio cuenta de lo peor. Él estaba cerca de una de las máquinas de Vialidad. Avisó a los gritos a sus compañeros en el obrador, pero no tuvo tiempo para más; se tiró al piso. Los aviones Sea Harrier bombardearon la zona. Tanto él como sus compañeros pudieron contarlo luego.
Gaffuri (77) es presidente del Centro de Civiles Veteranos de Guerra Operativo Malvinas. Vecino de La Lucila, participa en varios grupos de ex combatientes, también en el Centro de Veteranos de Malvinas de Vicente López, con sede en la calle Villate. Como ingeniero Civil trabajó en Vialidad Nacional, y se jubiló a los 71 años.
En Malvinas se desempeñó en la Compañía de Ingenieros de Combate 601; pero no fue su primera experiencia en ir a trabajar, a construir, en zonas donde rondaba la destrucción y la muerte. En 1975, en el contexto de los conflictos con Chile por el Canal de Beagle, trabajó como voluntario en los pasos entre ambos países.
Desinterés
De aquella época recuerda que analizó al menos 37 pasos fronterizos con Chile. Allí aprendió que no es un mito, que para encontrar el camino más seguro hay que seguir a las mulas. También recuerda que en cada conflicto se ponía como árbitro a Inglaterra, que nunca actuaba con imparcialidad; y perjudicaba a la Argentina.
A Malvinas llegó unos días luego del desembarco del 2 de Abril; y se fue dos días después del alto el fuego, en junio de 1982. Fue a trabajar en lo suyo, construir y mejorar caminos. No obstante, los camiones y maquinarias de Vialidad ayudaron a las tropas nacionales cuando era necesario mover efectivos o armamento, y camuflarlos. .
Los vehículos llevaban al campo de batalla al cuerpo de “Alacranes” de Gendarmería; o transportaban las minas antitanque. Dragas, topadoras, estaban al servicio de la causa, también. Pero, además, los civiles, por su condición de no militares, podían andar por la ciudad, ir a los almacenes y tener contacto con los isleños.
Anécdotas como la que encabeza la nota tiene varias. En un reportaje con Prensa Libre relató que suele dar charlas en los lugares donde lo convocan. Escuelas desde ya. Sin embargo reconoce que, a 40 años de la guerra de Malvinas, “los maestros son muy jóvenes y no tienen presente el tema Malvinas, no se interesan”.
Gaffuri no se sorprende en realidad, por el desinterés presente; y sostiene que desde el Estado tardaron al menos una década, tras la llegada de la democracia, en reconocer a excombatientes y veteranos, y darles el lugar que merecen por exponer su vida; amén de apoyo para volver a la vida urbana, después del campo de batalla.
Presencia argentina desde antes
Aunque es civil, Gaffuri tiene un grado militar de reserva –teniente de navío-. En las islas argentinas usurpadas por el Reino Unido, recuerda, había alrededor de un centenar de civiles que realizaban tareas civiles; pero además reveló que desde 1972, al menos, había civiles de empresas como YPF, Correo y Vialidad Nacional también.
Por caso, recuerda que la planta Antares de YPF funcionaba desde 1972. La empresa LADE vendía pasajes de avión hacia el continente; muy utilizados por los jóvenes kelpers para estudiar en Chubut, Buenos Aires y Córdoba; o por las familias en general para atender cuestiones de salud, que no podían resolverse en las islas.
“La mayoría de los kelpers, además tienen y tenían parientes en la parte continental, sobre todo en la Patagonia. Entonces había mucha vinculación; y esto era muy apreciado por los kelpers. Yo personalmente lo pude vivir todo esto”, recuerda Gaffuri. También recuerda que el servicio de correo de Encotel era muy preciado en las islas.
Gaffuri, que estuvo en las islas, tiene presente también la falta de equipamientos, materiales y especialistas en el hospital isleño. También recuerda que salvo la BBC, no había otras radioemisoras, o diarios para informarse en aquella zona. “Los kelpers, como suele pasar en las colonias, eran ciudadanos de segunda”, grafica.
Sobre el operativo critica varias de las decisiones, y las actitudes, de la cúpula militar sobre el conflicto. Es civil, pero estuvo en la misma geografía de las batallas. Por caso, se pregunta por qué enviaron sin escolta al Crucero General Belgrano (hundido en 2-5-1982), cuando lo usual es que embarcaciones tan grandes, vayan bien protegidas.
La desmalvinización
El estar en las cercanías del campo de batalla lo hizo conocer cuestiones militares, evidentemente. También reveló que en las islas no lo dejaron construir una pista de aterrizaje solo porque como civil había sido alistado en Ejército y no en la Fuerza Aérea. “Por celos, pues yo dependía de Ejercito no me dejaron”.
“Nosotros los civiles, la misión que teníamos, era en un máximo de quince días desde la ocupación el 2 de abril, brindarles a los kelpers (habitantes de Malvinas) todo aquello que necesitaran. Los kelpers allí necesitaban de todo. No tenían comunicación, limpieza, su moneda servía ahí”.
Gaffuri vive en La Lucila, y en uno de los ambientes de su casa tiene infinidad de materiales escritos, fotografías, archivos digitales y objetos –muchos de ellos reconocimientos personales e institucionales- sobre su paso por los frentes de combate. El lugar se asemeja a una verdadera biblioteca-hemeroteca temática.
A 40 años del operativo Malvinas, Gaffuri lamenta “la desmalvinización” entendida, según explica, como “la perdida de lo que significa Malvinas; siempre se habla del tema de la guerra y no de por qué fue el motivo. Nosotros fuimos incitados a ir a la guerra porque a ellos (a Gran Bretaña) les convenía”.
Para Gaffuri “la Argentina, lo que debería haber hecho es cumplir con el plan
original; que era ir, ocupar, limpiar, y en las islas quedarnos los civiles con
un grupo de policía militar para mantener el orden. Nada Más”. A 40 años
del operativo “rosario”, tal como se llamó al desembarco en las Islas Malvinas,
el 2 de abril se recordará el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de
Malvinas.
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