En su libro, Tango-Gotán: La Fórmula Mágica del Milonguero (autoedición, 2022) Tiziano Fabris propone acercase a bailar tango sin preconceptos, con mucho sentimiento y pocas reglas. El autor, que es artista plástico, además de milonguero, en el  Club Amistad Olivos Social y Atlético (CAOSA) daba clases de pintura.

El autor, en el  Club Amistad Olivos Social y Atlético (CAOSA) daba clases de pintura; y también talleres de tango, donde sobre todo desestructuraba y rompía los clichés del baile. La obra se puede conseguir en la Feria del Libro, pabellón amarillo, stand 1422, de la Fundación Friedrich Naumann / Imprenta Ya / Grupo Unión.

El propio Jorge Luis Borges, que desconfiaba tanto de esta danza popular, supo reconocer en el tango -“Esa ráfaga (…) Esa diablura” como la nombró en uno de sus poemas- su génesis vivencial y pragmática, con poco cálculo y mucho sentimiento, que genera una relación profunda entre los cuerpos de los bailarines.

En, Tango-Gotán: La Fórmula Mágica del Milonguero (autoedición, 2022), Tiziano Fabris (57) propone acercarse al tango, al milongueo, de esa manera azarosa, si se quiere, para sentir la danza en el cuerpo y con el cuerpo, y desde allí, experimentar un camino sin ataduras, propio y compartido a la vez, con la pareja de baile.

El primer acercamiento de Fabris con el tango es en Italia, en Padua. En la casa de un amigo, que en la lejanía tenía muchos recuerdos de la Argentina y de Buenos Aires, no faltaban grabaciones de tangos que Fabris escuchó hasta cansarse. Una vez de regreso en Buenos Aires, comenzó a tomar clases de tango.

En el CAOSA

Fabris es artista plástico, y también milonguero. En el  Club Amistad Olivos Social y Atlético (CAOSA) mientras daba clases de pintura, propuso a la vez, un taller de tango, que exaltaba esa libertad propia de la danza orillera; una suerte de “anticlases” para romper con reglas y clichés; y empezar, sobre todo, a sentir el baile.

Como parte de las clases, organizó una performance tanguera –con su mujer y pareja de baile, Mariana Ascione- en la que bailaron sobre un lienzo, con las plantas de los pies embadurnados con pintura. El tema elegido fue, El día que me quieras (Gardel y Le Pera); y la música estuvo a cargo de Animal Quartet, una banda del CAOSA.

Esto anduvo hasta que apareció la pandemia, el aislamiento social obligatorio. Y en estos dos años, entonces, se volcó a contar sus experiencias con la milonga, las “anticlases” y el tango, en el libro de marras. “En el tango encontré un espacio” señala sobre su llegada a la milonga cuando más o menos cursaba los 33 años.

El libro tiene la particularidad de que puede iniciarse al derecho y al “vesre”, para decirlo en lunfardo, otra de las cuestiones que abarca la obra, absolutamente relacionada al tango. De allí su título dual Tango-Gotán. También se puede leer cada capítulo de un lado y del otro, en espejo, para comparar las dos perspectivas.

Hay que decir que, así organizado, Tango-Gotán: La Fórmula Mágica del Milonguero, nos da la posibilidad de leer a la vez más de un libro sobre el tango y las milongas,  sus personajes; donde no faltan anécdotas, opiniones de otros milongueros que convoca Fabris, pero también guías para bailar con pocas normas y mucha búsqueda.

 En la feria

La milonga

“Uno conoce al tango a través de poses, estereotipos, clichés, la rapidez, los movimientos sensuales. Y esa parafernalia de “atributos” que se le da al tango es justamente lo que impide que salga la improvisación”, señala Fabris; y propone que la improvisación da hasta “la posibilidad de la transformación incluso personal”.

El libro, asimismo, utiliza varios subgéneros de la escritura y la comunicación para trazar su camino. Entrevistas, ensayo, gráficos, fotografía. Gotán propone una mirada al tango y a la milonga, desde adentro, el giro al “vesre”, presupone ese camino; mientras que Tango muestra la visión desde el afuera, lo formal, el discurso.

“Hay un saber hacer en la milonga, que no tiene palabras. Como no necesitás mostrar un curriculum; la mochila la dejás afuera. Uno está en la milonga; y lo que importa es lo que hace”, señala sobre el lugar donde se baila tango. El libro también describe bien ese “ámbito sagrado” que es la milonga para los tangueros.   

“El Gotán -explica Fabris- es donde las palabras “cultas” o las que se usan no alcanzan. De ahí el lunfardo, que transforma las palabras. Es utilizar un lenguaje para encontrar otro contenido. Tango en cambio es más “lo que se dice” del tango”. El libro, en definitiva, aporta preguntas a los lectores, incluso a las y los milongueros.

La semana última Fabris firmó ejemplares de la obra en la Feria del Libro. Allí se pueden encontrar ejemplares en el pabellón amarillo, stand 1422, de la Fundación Friedrich Naumann / Imprenta Ya / Grupo Unión. En nuestra zona, sobre todo Vicente López, hay ejemplares en kioscos y algunas librerías.