El trabajo en el puente Guazú Nambí en Ruta 9, si bien afecta a los vecinos, se aclara que el problema ocurre a nivel nacional y provincial. El Municipio acordó con la empresa, duplicar los tiempos de trabajo y, asegura que en pocos días los vecinos van a estar disfrutando de las obras.
El trabajo en el puente Guazú Nambí es una obra de alto impacto porque culmina con la repavimentación de todo el corredor vial de cuatro manos que une todas las localidades de Tigre (Av. De los Constituyentes -ex Ruta 9-, Ruta 27 y Ruta 197) con distintas obras de remodelación integral (asfalto, veredas, iluminación LED) que se hicieron en el partido.
En Ruta 9 se realizó una remodelación integral, con el túnel de Henry Ford al Hospital de Pacheco; se reparó la 197 desde el puente de El Talar al puente de Pacheco; también el ingreso nuevo, por 197 “vieja”, desde el puente Taurita a Liniers; también la repavimentación y puesta en valor de la ruta 202 y estamos en etapa de conclusión del trabajo desde la rotonda de Liniers hasta el Camino de los Remeros, que es la etapa de pavimentación. La obra que faltaba es, justamente, el puente Guazú Nambí, como para completar todo el anillo vial.
La justificación de la obra es técnica, pero está impulsada también por los distintos riesgos que implica ese puente en su actual estado: tiene pozos, tenía arreglos que no eran adecuados para el tránsito veloz o rápido, como es la vía de la ruta 27.
A partir de los reclamos de los vecinos, el Municipio acordó con la empresa, por causa de los inconvenientes propios que se producen por la obra, duplicar los tiempos de trabajo. Ha quedado al criterio técnico de la empresa estimar si necesita desplegar los turnos, tanto diurnos como nocturnos. Lo que el gobierno municipal exige es que dupliquen los tiempos de trabajo, en orden a terminar la obra lo antes posible.
Ya se terminó el asfaltado de la subida del puente, mañana se comienza con el
asfaltado de la bajada y a partir del sábado se comenzaría a trabajar en la
otra mano. Esto es una muestra de la velocidad del trabajo que se está
desarrollando.
En este sentido, la gestión municipal está trabajando con la empresa para que todo se haga en el menor tiempo posible, trabajando con mucha energía, escuchando a los vecinos y vecinas y tomando en cuenta los problemas que afectan tanto a adultos como a los niños.
El intendente Julio Zamora ha estado respondiendo personalmente las inquietudes y los reclamos de los vecinos, explicando que los trámites de obra pasan por procesos administrativos y de control del Estado, en muchos casos engorrosos y lentos, pero ineludibles en una gestión que hace de la transparencia su mejor valor. Por lo demás, para estas obras dependen de los fondos de Nación y cuando llegan (momento que no depende de Tigre) se debe encarar la obra.
Por esa razón es que algunas veces se puede planificar con mayor libertad y
otras no. Es un problema que no es exclusivo del municipio: ocurre a nivel
nacional y provincial.
Mientras tanto, el Ejecutivo municipal ha desplegado gran número de agentes de
tránsito para ordenar el tráfico automotor de toda la zona.
También es necesario remarcar que hay un problema preexistente: cuando se dio la aprobación para la construcción de barrios de gran extensión no se tuvo en cuenta la conectividad, cuya falta en este momento se vuelve un problema, ya que se obturó la vía de comunicación desde la ruta 27 hacia ruta 9. No es intención del gobierno municipal criticar decisiones del pasado reciente, pero el problema continúa y, desde ya, es algo que esperan resolver junto con la comunidad.
La obra se va a terminar en el menor tiempo posible y en pocos días los vecinos
van a estar disfrutando de ella. Es claro que hay vecinas y vecinos molestos
por la falta de vías alternativas y el enojo por las demoras y la preocupación
que se genera. Pero se recuerda que las obras públicas son siempre virtuosas,
generan prosperidad, desarrollo de las comunidades y un mejor vivir para todas
y todos.
0 Comentarios