“Que el alivio fiscal no se convierta en un salvavidas de plomo”.
La
Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) manifiesta su preocupación
por el incremento de las cuotas que deben abonar las micro, pequeñas y medianas
empresas incluidas en la moratoria de la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP) debido a la suba de la tasa de interés definida por el Banco
Central de la República Argentina (BCRA). Esta situación se genera por la
finalización, el mes pasado, del período de 12 meses de aplicación de tasas
subsidiadas establecida en la Ley de Alivio Fiscal.
Las micro, pequeñas y medianas empresas se
ven obligadas a afrontar un pago de las cuotas de la moratoria atadas a la
nueva tasa Badlar definida por el BCRA y que en la actualidad se fijó en 87,5%
N.A.
El panorama para una pyme ya
era muy complejo previo al incremento de la tasa de interés del BCRA. En este
nuevo contexto los pagos que deberán afrontar las pequeñas y medianas empresas
saltarán de una a tres veces y media entre una cuota y otra. En ese sentido y
debido a la gran preocupación de todo el sector Pyme, CAME elaboró un proyecto
de ley para modificar parte de los artículos 6, 8 y 10 de la normativa vigente.
Así, entre los cambios
solicitados por CAME destacan:
“La moratoria en plena pandemia fue necesaria para
salvar a las pequeñas y medianas empresas que debieron afrontar una situación
excepcional. Sin embargo, producto de los vaivenes macroeconómicos que afectan
a nuestro país y que impactan de lleno en la microeconomía, las pymes hoy no
tienen la capacidad de afrontar semejante aumento en las cuotas de sus planes
de financiación. No van a poder pagar. La tasa Badlar genera una enorme
incertidumbre en relación a la posibilidad de afrontar esas deudas, lo que la
convierte en una nueva 1050”, resaltó el presidente de CAME, Alfredo González.
Las empresas que han adherido
al plan de facilidades de pago definido por la ley aprobada durante la pandemia
suman 155.888 microempresas y 21.501 pequeñas empresas.
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