El espacio político cultural Negrito Avellaneda de Munro trabaja en la contención social. Desde un ropero comunitario hasta una cooperativa textil que da sustento económico a víctimas de violencia de género, en el lugar -un local a la calle en Maquinista Carregal al 2400- las puertas se abren a quien necesita contención. El nombre recuerda al adolescente Floreal, víctima de la última dictadura militar, del Partido Comunista, hijo de Floreal (fallecido en 2010) e Iris Pereyra de Avellaneda, otra luchadora social hasta la actualidad.

El proyecto es colectivo y tiene un nombre fuerte y emotivo para Munro y la región, Michel Maldonado (52), Ivon Mobellan (51) y los hermanos Sebastián (36) y Lucía Avalo (22) son la cara visible. El espacio político y cultural Negrito Avellaneda funciona con múltiples actividades, pero todas apuntan a “ponerse en los zapatos del otro”, como resume Ivon.

La iniciativa nació en 2007. “Cuando no tenés un Estado con valores, sea municipal, provincial o nacional -señala Michel también para explicar el Leitmotiv del centro, en el corazón de Munro- no se pueden ejercer ciertos derechos”. Desde un ropero solidario hasta asistencia legal, para mujeres y diversidades en situación de violencia, el centro hace lugar a todos.

Está en Maquinista Carregal 2460, y en las redes sociales se puede ver parte de las actividades que realiza. El local verdaderamente en muy pequeño, con relación a toda la acción que genera. Una de las más notables es la producción textil que coordina la Corriente Nacional Loana Berkins, para que las mujeres violentadas tengan ingresos.

Hilvanar sustento

“Todas nos nutrimos de todas” resume, asimismo, Michel. “Es para transitar un camino hacia la independencia económica. Lo más difícil para las mujeres cuando hay violencia de género”, agrega. En uno de los espacios del local se ven dos máquinas overlock, dos rectas. Y una joyita que todas admiran, que consiguieron en préstamo, una máquina de coser de 1917.

Llamaron Hilvanar (@hilvanar) al proyecto, y en su momento, el ministerio de las Mujeres Géneros y Diversidad nacional (MMGyD) les extendió una mano, a través del programa Producir. Es un trabajo cooperativo, donde además se van capacitando entre todas. “Es la posibilidad de que aprendan un oficio. Sirve porque ellas lo pueden hacer”, señala Michel.

Producen carteras, bolsos, bolsones, mantas de bebes, turbantes, almohadones antiescara (para aliviar las posturas permanentes), sobres de protección. También en el local hay muestras de la producción, rollos de tela y otros materiales. Y producen también para exponer en ferias; y a pedido de otras cooperativas o iniciativas similares que necesitan productos.

La abogada, Cristina Monserrat Hendrickse -desde su propia experiencia personal, además de legal, como activista transgénero- asiste legalmente cuando es necesario. “La idea es poder enfrentar unidos las situaciones que vivimos, ayudándonos entre todos”, evalúa Michel y destaca: “es un espacio de contención para las compañeras que se acercan”.

Sistema violento

“El sistema patriarcal es violento por donde se lo mire”, define Ivon.  Por eso el trabajo en el Espacio es múltiple; algo que evidencia la cantidad de cosas que guarda el sitio. En otra punta del local, por ejemplo, hay una cocina, que atiende sobre todo Sebastián. Allí se prepararon meriendas, y nutrieron ollas populares, para cartoneros o vecindades que lo necesitaban.

Son muchos los que se acercan al lugar. Desde Munro llegan del Barrio Sìvori. Pero también de Las Flores, desde Florida oeste. Y a veces, por la cercanía con el ferrocarril Belgrano, hasta de Grand Bourg llegan. “Nosotros acompañamos, desde la contención, también a personas con discapacidad. Cualquier situación de violencia la abordamos”, afirma Ivon.

“Los problemas nos van encontrando a nosotros. Y cuando digo que nos encuentran -grafica Michel luego- es porque, por ejemplo, había salido el IFE y personas en situación de calle, no sabían que podían cobrarlo. Los asesoramos. O vienen chicas en situación de violencia que ante la angustia en el hospital les ofrecieron medicación en lugar de escucha”

Contra todo lo que falta en el contexto donde se mueven, en el Espacio Político y Cultural Negrito Avellaneda sobra imaginación. Por eso también, hacia las fechas de las fiestas de fin de año produjeron pan dulce. De manera intermitente, además, producen alfajores de chocolate. Y en carpeta siempre tienen proyectos para comenzar.