Con motivo de que el 29 de octubre es el Día Mundial del accidente cerebrovascular (ACV), y que se considera la principal causa de discapacidad, la Federación Argentina de Cardiología (FAC) realiza una serie de recomendaciones con la intención de prevenirlo dentro de las posibilidades de cada persona.

El accidente cerebrovascular (ACV) constituye la cuarta causa de muerte en Argentina. Cada año, 14 millones de personas en todo el mundo sufren esta patología. Con el objetivo de revertir esta situación y así, brindar una mejor calidad de vida a las personas, desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) se pone el acento en la prevención y los principales factores de riesgo a considerar.

Prevenir el ACV es posible, una dieta balanceada y la actividad física son la base de la prevención. Con respecto al primero, “las llamadas dieta mediterránea y DASH se asocian a la disminución de factores de riesgo vascular en general. Ambas, con algunas diferencias, se caracterizan por bajo consumo de carnes rojas, alto consumo de legumbres, frutas, vegetales, grasas mono y poliinsaturadas presentes en los pescados azules como salmón, anchoas, caballa, sardinas y atún, y en aceites como oliva, canola y soja, además de bajo consumo de sodio”, señala el Dr. Gerardo García Mallea (MP 9262), cardiólogo y Presidente del Comité de Enfermedad Vascular Periférica y Stroke de la FAC. 

El ACV se produce cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre y oxígeno al cerebro se obstruye o bien se rompe.

Los primeros síntomas que se manifiestan son parálisis, debilidad, problemas del lenguaje y de vista. Frente a esta situación, cuanto antes se concurra a la atención médica es más probable que las secuelas sean menores. Por eso es importante conocer el acrónimo R.A.P.I.D.O.  (equivalente a: Rostro caído, Alteración del equilibrio, Pérdida de fuerza, Impedimento visual, Dificultad para hablar, Obtenga ayuda rápido), que marca un simple y breve chequeo para que las personas puedan actuar.