Combatir la falta de atención es uno de los desafíos del entorno educativo actual.
El uso de la tecnología como herramienta de aprendizaje se convirtió en una opción cada vez más usada por los maestros y profesores, ya que permite cambiar la experiencia de aprender y enseñar.
El dilema no consiste en qué tecnología seleccionar sino en cómo generar los entornos visuales que ayuden a los maestros a enseñar y a los estudiantes a aprender. Lograr que todos vayan al mismo ritmo y mantengan la atención es importante para la comprensión en las aulas.
Con esto en mente, se pueden desarrollar soluciones confiables, versátiles y económicas para que los profesionales tengan herramientas educativas innovadoras que favorezcan la participación de los estudiantes y promuevan la colaboración.
La digitalización en el universo educativo puede verse en la masificación de proyectores interactivos, una herramienta que hoy reemplaza al pizarrón en muchas instituciones ya que genera imágenes sobre cualquier superficie: pared, pantalla, pizarra, tela, superficies irregulares, piso, techo, entre otras.
La reproducción de imágenes ha cambiado la dinámica de los salones gracias a que permite fácilmente incluir al usuario en un mundo nuevo a través de la proyección de contenidos con colores realistas, mayor resolución y más brillo.
Hacer sentir al usuario parte de una experiencia es un gran diferencial, ya que lo pone en el centro de la estrategia y su atención se verá más comprometida. Por otro lado, el entretenimiento seguirá siendo una tendencia popular en la industria, con oportunidades crecientes para sumergir a las personas visual y audiblemente en el contenido.
Es fundamental empezar a incorporar herramientas y diseñar
estrategias que involucren al usuario para agregar valor a la visualización
digital de contenidos.
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