El periodista Ricardo Grassi dio una charla bajo el título “Cambio climático y desinformación: un desafío para la comunidad de vida”, en el Centro Universitario de Tigre CUT. Comprometido social y políticamente, Grassi debió exiliarse de la Argentina, ante el golpe cívico militar de 1976.
Luego, el periodista argentino realizó una reconocida carrera en Europa y en Afganistán (Asia) donde, asimismo, impulsó el periodismo independiente y cercano a las comunidades. En nuestro país había dirigido una revista de periodismo político, El Descamisado, en los `70.
Canoso, delgado, con cara risueña, Ricardo Grassi habla pausadamente sobre las desinformaciones en torno al cambio climático. Su conferencia, de más de una hora, se transforma rápidamente en una charla debate. Pues él se deja cortar, escucha atentamente y mira fijo, como el periodista que busca hacer hablar al entrevistado.
El aula 19 del Centro Universitario de Tigre está repleta. Le dieron la bienvenida al periodista, el rector de la Universidad de San Isidro USI Placido Marín, Enrique Del Percio, y el anfitrión, el intendente de Tigre, Julio Zamora. Grassi está allí en virtud de un convenio educativo entre la casa de estudios superiores y el municipio.
“Cambio climático y desinformación: un desafío para la comunidad de vida” es el nombre formal de la charla. Actualmente Grassi vive en Italia. Hizo una carrera reconocida y comprometida en Afganistán, y en Europa. Pero Grassi es argentino; y ofició el periodismo en un tiempo que será histórico para nuestro país.
En los años `70 dirigió, El Descamisado, un tabloide político que se impuso hacer periodismo desde una óptica política e ideológica determinada. Pero periodismo. Ni marketing, propaganda o partidismo. Es decir, analizar los hechos objetivamente y sacar conclusiones parciales. Eso le valió el exilio, y le pudo haber costado la vida.
La batalla comunicacional, en torno a las arbitrariedades contra el ambiente consecuencia del capitalismo, no es nueva. El propio Grassi habló de un lapso de 70 años. No obstante, con los retrocesos actuales Grassi enfatizó: “el cambio climático es el resultado de la actividad humana”. No es la naturaleza o la vida de la tierra.
De hecho, relató que en 1992 la ONU organizó la primera conferencia mundial sobre el problema ambiental, “La Cumbre de la Tierra”. Y allí los países analizaron la situación y decidieron medidas. Peo reveló que tiempo después una serie de empresas contaminadoras apuntaron a neutralizar las revelaciones de la Cumbre.
Reconoció que tuvieron buen resultado -pues poseen recursos y saben organizarse- y difundieron noticias falsas. Junto con la del “carácter natural” del impacto climático, difamaron a la ciencia; calificaron como “ineficaces” las propuestas de la Cumbre; y desconocieron el calentamiento global. En fin, buscaron desinformar.
El cambio climático y la desinformación para borrar responsabilidades
Grassi hace tiempo que no vive en la Argentina. Y no lo mencionó. Pero acá, en la última campaña electoral, el candidato ultraderechista, Javier Milei, dio como buenas las desinformaciones en torno a los desajustes que produce la acción capitalista en el ambiente. Negó el calentamiento global. Luego, como se sabe, llegó a presidente.
Por su parte, El periodista también reveló que otra campaña desinformativa se dio tras la firma de los acuerdos de Paris, en 2016. En este caso los países acordaron tomar medidas para contrarrestar el llamado “efecto invernadero”; que causa el calentamiento global, por acción del hombre. Esta vez también las empresas contaminantes insistieron.
De la charla quedó claro que las empresas saben que contaminan, pero en virtud de las ganancias hacen caso omiso de las consecuencias. El periodista, asimismo, cuestionó la función de las grandes corporaciones de prensa, como vehículo para propalar las desinformaciones; a cambio de pautas publicitarias onerosas.
“Las cinco principales empresas de petróleo, gas y carbón, Exxon, Shell, British Petroleum, TotalEnergies y Chevron, invirtieron U$S 1.000 millones para neutralizar lo acontecido en Paris”, reveló Grassi. En este contexto advirtió que aun “es mucho lo que hay que hacer (…)”. Y valoró la labor de la prensa local y comunitaria.
En
esta línea le dio un gran valor al compromiso comunitario con un ambiente sano.
“No solo se trata de los medios de
comunicación”, aseveró. Grassi también valoró la tarea de organismos
oficiales. Él mismo colabora con la UNESCO. Y les dio un papel fundamental a
entidades que, como UNESCO; poseen un férreo liderazgo social.
“No necesitamos millones de dólares. Nosotros tenemos redes, organizaciones. Y un apasionarse cuando se ven las cosas claras que hace todo más rápido y fácil”, señaló sobre el contexto de resistencia. Y consideró al menos tres elementos fuertes ante la desinformación: la participación comunitaria, el periodismo local y el Estado presente.
Justamente, el intendente Zamora valoró los aportes de Grassi: “Nos vamos de esta charla con mucha información referida al cuidado del ambiente”, afirmó. Y explicó, asimismo, que la información fortalece las subjetividades en torno a un ambiente sano, y una actitud crítica, de los criterios consumistas, y amigable con la naturaleza
Luego informó: “Tenemos una alianza estratégica con la USI para promover este tipo de actividades. Y la posibilidad de que, junto a nosotros, estén personalidades como Ricardo Grassi”. Ponderó la participación de la juventud. Algo que Grassi también había valorado en la charla debate; lo mismo que una actitud crítica del pensamiento.Por
su parte, Del Percio reconoció la experiencia de Grassi. “Planteó una denuncia muy fuerte sobre el dinero que circula para
desinformar en materia de cambio climático. Y lo interesante es cómo explicó
todo ese proceso”. El rector también destacó que charlas como las de Grassi
incitan a reflexionar; y esto es siempre conducente y positivo.
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