“Una vez más fuimos hasta Santiago del Estero para denunciar un nuevo desmonte.

“Ahora, descubrimos que los dueños de las gaseosas Manaos deforestaron 200 hectáreas de bosques nativos, lo que equivale a 200 canchas de fútbol.

Gracias a la información que conseguimos a través de imágenes satelitales, pudimos denunciar el ecocidio que está realizando la familia Canido en una finca ubicada a 10 kilómetros de la ciudad de Quimilí.

Llegamos hasta allí y desplegamos un cartel con la leyenda “Exceso de desmontes”, junto al área que fue destruida.

Nada nos devolverá los árboles, la vida, la naturaleza aplastada por las topadoras. Si no ponemos un freno, esto seguirá pasando. Desde hace una década, los dueños de Manaos deforestan en varias fincas en Santiago del Estero para desarrollo agropecuario.

Los árboles nos brindan el oxígeno que respiramos, alimentos, maderas y medicinas. Ayudan a regular el clima, conservar los suelos y las fuentes de agua.

Es urgente que la deforestación tenga condena porque los bosques que se van no los volveremos a ver”.