Con motivo del deceso de, Santiago Jelenic a las 101 años, nada menos, en esta entrevista la ambientalista, Flavia Affanni, habla del legado de líderes sociales de Vicente López que como Jelenic constituyeron una manera solida de visibilizar las problemáticas ambientales y urbanas en el distrito y en la región. Estudio, fundamentación, no discriminación, trabajo en conjunto, humildad, son algunas de las características de esos líderes que ya no están pero dejaron su impronta.

Algunos eran profesionales, otros autodidáctas. Todos eran líderes que encabezaron reclamos sociales por el bienestar y la calidad de vida ciudadana, el ambiente y el urbanismo.  Lo hicieron de una manera consistente, verosímil y muy bien fundamentada. No solamente con argumentos legales y normativos, sino con sentido común.  

Por citar, Máximo Gómez Villafañe (falleció en 2021); Miguel Quintabani (fallecido en 2020); Osvaldo Caccia (falleció en 2022). O Santiago Jelenic, que falleció el último 14 de agosto a las 101 años. La sociedad actual, por el contrario, habla de la falta de liderazgos sólidos como los de ellos; y de  relaciones líquidas con el contexto y entre las personas. 

En esta entrevista, la ambientalista, Flavia Affanni, de la asociación civil Pro Vicente López, doctora en Historia del Arte (UBA), opina sobre aquellos liderazgos. Y de lo que aprendió y compartió en la lucha, en varias causas, con esos líderes que ya no están e igualmente se hacen notar, por lo que aportaban.   

-Te propongo hablar de ciertos liderazgos sociales que ya no se ven tanto. Por citar, Máximo Gómez Villafañe, Miguel Quintabani, Osvaldo Caccia o Santiago Jelenic que acaba de fallecer. Tenían una preparación holística. Conocían ciencia y técnica, leyes y sabían moverse en el plano político...

Festejo de los 100 años de Santiago Jelenic.

-Tal cual, Jelenic, por ejemplo, era una persona absolutamente formada  y todo eso lo volcaba a la política. Porque él nos impulsaba. Por ejemplo, trabajó muchísimo en la  gestación de normativas para proteger y cuidar espacios públicos, especialmente espacios verdes.En el tema de suelo, el derecho al hábitat y demás. Se dedicó a estudiar y a generar normas. Era una característica de él: todo lo que decía tenía que estar fundamentado. A las reuniones siempre iba con algún “papelito” que había encontrado. Tal documentación, en tal distrito, y así.

-¿Y no lo hacía por ejercicio de alguna profesión no? Era más bien una actitud...

-Jelenic trabajaba mucho en el sur (del país), como asesor en empresas, pero no era abogado. Fue asesor de (referente socialista y diputado nacional) Alfredo Bravo en el Congreso Nacional. Participó cuando se preparó la Convención Constituyente para la Reforma a la Constitución de 1994. A mí me impresionaba porque sabía de acá, de allá, Decía: en tal lugar se aplicó esto y sirvió;  en tal lado no. Tenía una preparación muy notable. Y así y todo, era absolutamente humilde. Yo soy mucho más joven que él y entré a la asociación (urbano ambiental Pro Vicente López), había otros jóvenes también, y enseguida nos  sentimos en casa. Nos recibió, nos ayudó y nos formó. (...) Él estuvo en el Partido Socialista también, seguramente a eso le debe su formación política.

-¿Y tampoco eran personalistas no? ¿Me decías que en Pro Vicente López Jelenic los ayudaba y formaba y trabajaba en conjunto?

-Él, y todos los otros vecinos que vos nombrabas, y que han fallecido, lo que los caracterizaba era eso también. Entonces, en diferentes organizaciones (sociales) tenían cabida para poder trabajar. Yo soy un claro ejemplo de esa apertura que tenían (risas).  Llegué como caída. Y yo sentía que no estaba capacitada. Pero (Jelenic) me fue formando, ayudando. Otro claro ejemplo fue la lucha por el vial costero. A él lo veía junto con los jóvenes, los hippies, todos reunidos por el río. Trabajando juntos en las manifestaciones, con los bombos, con los ruidos. Él no tenía ningún problema de que vinieran todos a trabajar. Mientras fuera por lo público, por lo común.

-No discriminaba...

-Tengo una anécdota muy graciosa con Miguel Quintabani. Una vez le pedimos ¿Nos podés acompañar? Y él hacía malabarismos para acomodar su agenda. Ese día lo llevamos a la provincia de Buenos Aires. No me acuerdo qué dependencia. Pero fuimos con él, con su saco y corbata, un chico de Unidos por el Río con el pelo largo largo, rastas, tatuajes. Cada uno un personaje y él no tenía ningún problema. No le importaba con quién estaba. Lo importante era que juntos podíamos ir a reclamar algo que era justo.

-¿Esos líderes tampoco le rehuían a la política en general y a la partidaria, no?

Santiago Jelenic.

-Jelenic estuvo muchos años en el Partido Socialista. Después por desavenencias internas se fue. Y empezó a trabajar en un partido vecinalista (en Vicente López) del que después también se fue. Y en 2011 ayudó un montón para que Miguel Quintabani fuera candidato a Intendente en ese momento con Proyecto Sur. (...)  Últimamente estaba muy enojado con los partidos; con el kirchnerismo; bueno, con el PRO furioso. Se sentía defraudado. Pero él siempre decía, “bueno, no importa, nosotros desde los ciudadanos...” Él al Partido Socialista lo llevaba en el corazón, más allá de las desavenencias. De hecho, ya al final no estaba en ningún partido. Y más que promover la participación en partidos, promovía la movilización ciudadana. Me acuerdo que las últimas veces decía de los partidos, “¡Pero no puede ser! ¡Qué poca formación!,¡Qué poco compromiso! De todos lo decía, no era contra uno. Pero bueno, nos impulsaba a seguir trabajando “desde abajo”, “desde el pueblo” decía siempre.

-¿Impulsaban la presencia del vecino y el compromiso con lo público?

-Sí, a nosotros nos impulsaban a que participáramos en agrupaciones, en las audiencias públicas, en los estudios de impacto ambiental. Jelenic, por ejemplo, estuvo a la cabeza contra las mega excepciones (2004); el cambio del código (urbano) en 2006: (...) contra la entrega de tierras públicas a De Narvaez (desarrollo Al Río). Y eso lo hacía con los vecinos, las asociaciones vecinales.  Y fomentaba que nos capacitemos. Yo aprendí con él a leer los estudios de impacto ambiental con el tema del Metrobús, Tecnópolis. Y como se debían cuestionar los estudios “armaditos” que te bajaban del gobierno.

-Pareciera que los liderazgos actuales tienen otras características...

-La sensación que tengo, y es una gran impotencia que compartimos con los vecinos, es que todo está muy light. Yo también lo veo en los concejales. No estudian. Hay materiales que los vecinos acercamos. Por ejemplo, últimamente tuvimos la temática del arbolado, que es gravísima en Vicente López. Hace varios días destruyeron una arboleda histórica. Les mandamos a los concejales un informe de dos expertos. No tuvimos ni un comentario si lo leyeron, si no. Se extraña cuando empezó el siglo. Cuando al menos los concejales discutían, argumentaban, fundamentaban. Ahora ir al Concejo Deliberante es una tristeza. Primero que escuchás números. Ordenanza número tal, proyecto número tal. No sabés de qué se trata. Y después no hay defensa, no hay justificación de lo que se propone. Hablás con concejales y no tienen idea de lo que pasa. Nosotros estamos siempre a disposición para dar información, para hacer. La verdad es que no hay preocupación. Lo mismo ve en diputados, en senadores. En todos los partidos se ve eso. Es transversal. Y es muy lamentable, porque son nuestros representantes. Hay muy poca formación, y no te la da una profesión que puede ayudarte. Pero se trata de interesarte, leer, comprender. Y esto no está. No van al fondo de las cosas.

-¿En los espacios y agrupaciones se problematiza esa falta de liderazgo entonces?

-En el mundo actual está todo muy superficial ¿No? Creo que es un reflejo también de las relaciones superficiales, líquidas. Los políticos no salen de un repollo, sino de la sociedad. Los elegimos nosotros y salen de nuestra sociedad.  Entonces, tampoco hay que culparlos. Somos una sociedad que no está yendo al fondo de las relaciones, de los vínculos, de las cosas que son para todos. Las personas de las que hablamos nos enseñaban qué aunque las cosas no cambien, el compromiso tiene que estar igual. Uno tiene que comprometerse lo mismo, más allá de los frutos ¿No?

-¿Se puede hablar de un legado de esos líderes sociales?

-Y, esas personas fueron modelos. Con Gómez Villafañe también tuve una experiencia muy linda. En lo cotidiano era tímido y de pocas palabras. Tenías que arrancarle palabras, pero tenía un corazón enorme. Era pediatra. El legado primero es el compromiso. Comprometerte por el bien común y por los reclamos por una mejor calidad de vida, estés en el partido o donde estés. Ese, para mí, es el principal legado. Y hacerlo de manera fundamentada. Porque siempre nos enseñaron todos. Todos tenían “el papelito”, el fundamento. Reclamar si, pero con fundamento, para que haya cierta recepción de los reclamos. Después la simplicidad y la humildad.

-Buscaban las razones no resultados...

-Y también el estudio. Ponerse a estudiar todas las cosas. Y la insistencia. No bajar los brazos. Nos enseñaron que algunas cosas las vamos a lograr y otras no. Otro legado es el de hacer siempre con todos. Osvaldo Caccia siempre tejía redes. Con esta agrupación, con aquella, llamar al otro, sumar. La creación de la Mesa Ambiental de Vicente López, que funciona ahora en la municipalidad, fue por impulso de Osvaldo, Porque cuando el municipio iba a destruir la reserva, él convocó gente, hicimos un abrazo y no les quedó otra que dejarla. Hicieron una “mesa de diálogo” (25:38) y Osvaldo invitó a todas las agrupaciones. Y poquito antes de morir me dijo: “no abandonen la mesa”. Compromiso, conocer, trabajar en forma conjunta, humildad y no aflojar. Creo que el legado es eso.

Gustavo Camps