Del aumento por ley, al veto por decreto de Milei, según el Centro de Economía Política (CEPA)
La política previsional adoptada, desde diciembre 2023, ha constado de distintas aristas, todas con carácter regresivo, con la consolidación de la pérdida del poder adquisitivo de los haberes tras la aceleración inflacionaria, la licuación de los bonos a las jubilaciones mínimas y el intento de derogar la moratoria previsional y de liquidar los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES.
-En el primer trimestre del año, el poder de compra de las jubilaciones se
desplomó:
* En enero 2024 percibieron entre 14,7% y 20,1%
menos en términos reales que en noviembre de 2023 (según sea la mínima con bono
o por encima de la mínima)
*
En febrero 2024 cobraron entre 24,7% y 29,5% menos que en noviembre 2023
*En marzo los haberes se ubicaron entre 13,7% y 19,2% por debajo de noviembre 2023.
- El gobierno no compensó esa pérdida. Al contrario,
lo aprovechó para que sean los jubilados quienes sostengan el superávit. Y lo
mantuvo más allá del primer trimestre: en el período enero-julio de 2024, el
27,7% del ajuste del gasto del Estado estuvo explicado por la pérdida de poder
adquisitivo de las jubilaciones y pensiones.
- En marzo, Milei modificó la fórmula previsional por DNU, derogó la Ley 27.609
vigente desde 2021. Nueva pérdida, al igual que el congelamiento
del bono compensatorio que recibía el 70% de los jubilados fue congelado en
$70.000. Los datos muestran que, mientras que los haberes se incrementaron
entre marzo y septiembre 74,3%, la mínima, con bono incluido, sólo aumentó 48,9.
-En concreto, a contramano de los dichos de Milei, los jubilados no le ganaron
a la inflación: las jubilaciones con
o sin bono en el trimestre septiembre-noviembre de 2024 se mantendrán por debajo
del mismo trimestre de 2023.
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