La política previsional adoptada tiene carácter regresivo, aseguran desde la cámara empresarial.
El gobierno sostuvo el superávit fiscal a costa de las jubilaciones. En el período enero-septiembre de 2024, el 25,3% del ajuste del gasto del Estado estuvo explicado por la pérdida de jubilaciones y pensiones.
Milei modificó la fórmula previsional por DNU, atando los haberes a la inflación. Si bien esa fórmula permitió recuperar parte del terreno perdido en el primer trimestre, a esta altura podemos concluir que la fórmula anterior, en el tiempo, hubiera sido superadora para los haberes jubilatorios. Tanto en septiembre como en diciembre, los aumentos por la fórmula anterior hubieran sido superiores a los otorgados. En diciembre, con la fórmula de Milei, la jubilación mínima (sin bono) se ubicará en $259.599, mientras que de haber continuado la anterior se ubicaría en $314.303 (21,1% por encima).
El bono compensatorio congelado en $70.000, de haberse actualizado en
la misma proporción, debiera ser en diciembre de $135.140. Las jubilaciones con
bono se encuentran 13,1% abajo.
El mantener congelado el bono para la mínima en $70.000 implicará, a diciembre de 2025, negarle a los jubilados $102.793 adicionales.
En cuanto a la moratoria previsional, el gobierno confirmó que no se prorrogará por lo cual vencerá en marzo de 2025. Esto implica que 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 varones en edad de jubilarse, deberán conformarse con una PUAM, equivalente al 80% de la jubilación mínima y no pensionable.
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