Según Claudio D. Montiel, director de Zentrix Consultora*, el resultado de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires constituye el dato político más relevante del año en el escenario nacional, por la magnitud y su peso decisivo en cualquier armado presidencial.
La provincia de Buenos Aires concentra cerca del 37% del padrón nacional, de modo que lo que allí sucede repercute en la configuración de fuerzas políticas en el resto del país.
Para la consultora, el dato más comentado en la noche electoral fue la distancia final, mayor a
la prevista. Incluso algunos sondeos de boca de urna indicaban que la
diferencia podía reducirse a un rango de entre 4 y 6 puntos. Sin embargo, el
escrutinio provisorio reveló un panorama mucho más favorable al oficialismo
provincial (47,3% vs. 33,7%). Este contraste obliga a revisar el comportamiento
de los indecisos y el peso de los acontecimientos ocurridos en la última semana
de campaña.
El equipo de Zentrix
Consultora había proyectado un escenario donde Fuerza Patria se
imponía con 44,7% frente al 41% de PRO–LLA. El cálculo se basaba en un
relevamiento de opinión que mostraba un núcleo duro definido y un volumen de
7,1% de indecisos y un 1,3% que indicaba que votaría en blanco. En esa
proyección, la diferencia era de apenas 3,6 puntos. El resultado final, con una
brecha de más 13 puntos, implica que gran parte de esos indecisos terminaron
volcándose hacia el oficialismo.
Las divergencias numéricas
entre lo proyectado y lo ocurrido pueden atribuirse a un corrimiento de los
indecisos hacia Fuerza Patria, quienes al momento del cierre de los
relevamientos aún no habían definido su voto.
En suma, los números
muestran tres conclusiones centrales:
·
El PJ prácticamente
no tuvo crecimiento más que por la expansión del padrón electoral, pero así y
todo consolida una base estable y con capacidad de absorción de indecisos.
·
La alianza PRO–LLA
sufrió un retroceso abrupto, con pérdidas tanto por fuga de votantes como por
aumento del ausentismo del electorado más cercano al ex Juntos por el Cambio.
· La caída de la participación general y el aumento de votos en blanco marcan un contexto de desafección política.
El “Efecto DAN”
En la víspera de los últimos comicios, el dirigente oficialista Daniel
Parisini, conocido como “El Gordo Dan”, realizó declaraciones desagradables
sobre Luis Juez, utilizando la discapacidad de su hija como argumento político
para atacarlo por el apoyo al rechazo del veto presidencial sobre la Ley de
Discapacidad. El episodio generó repudio transversal y se convirtió en un tema
de conversación en medios nacionales.
A pesar de las disculpas oficiales, lo que en principio parecía un exabrupto de
un actor secundario terminó amplificado en un clima de campaña ya cargado de
tensiones. El problema no fue sólo la ofensa puntual, sino la sensación de que
este gesto resumía un estilo político de violencia discursiva ya instalado en
el gobierno de Javier Milei.
La consultora compara el “Efecto Dan”, con la campaña electoral 1983, y un error simbólico que aún hoy se
recuerda: el famoso “cajón de Herminio”. También recuerda ejemplos
internacionales, como la campaña por la reelección de José María Aznar en
España, con los atentados de Atocha tres días antes de los comicios.
La reflexión final es que los errores en campaña no son meros accidentes, sino
espejos que reflejan estilos de conducción. Lo que Dan expresó en su streaming
no fue un desliz aislado, sino la manifestación de una cultura política
asentada en la agresión. Y ese estilo, a 48 horas de la elección, se volvió
insostenible para muchos ciudadanos.
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*Zentrix Consultora está conformada por un equipo de profesionales
especializados en transformar datos en decisiones.
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